Apertura 2006

Tuesday, October 03, 2006

Sólo en la cancha

Vuelvo a postear, aunque medio desganado por la salida de Fabbiani y la entrada de Lavolpe. Se viene el clásico y me muero de las ganas que tengo de ir a la cancha. Ya sé que no voy a ir al estadio con nombre de gaseosa, pero al menos vi desde el lugar de los hechos buena parte de los mejores clásicos de la última década. Creo que de los realmente vibrantes, si la memoria no me falla, me perdí nada más que el del aleteo de Tevez -justo ese día había dejado de fumar y me tomé dos litros de té durante el partido- y el que empató River 3-3 con un cabezazo de Celso Ayala después de ir perdiendo 3-0. Cuando me pregunto por qué tengo tantas ganas me doy cuenta que en realidad todo es porque lo que quiero es ir a la cancha sin que importe demasiado el partido. Desde que terminó el mundial sólo fui a la revancha de Banfield – San Lorenzo por la sudamericana y fue un partido horrible. Casi no hay equipos que jueguen bien, pero hay muchos partidos de esos que se disfrutan sólo en la cancha, los que mirando por tele otorgan el nerviosismo pero poco del placer del vivo.

River es un ejemplo de este tipo de partidos. Juega bastante mal (igual viene siendo muy superior a sus rivales, a pesar de las dudas que demuestra el equipo), pero en los últimos tres partidos le empataron Colón y Belgrano sobre la hora. Justicia divina porque antes le había ganado de pedo a Gimnasia de Jujuy en tiempo de descuento con un gol de Domingo. Parece que cada vez se hacen más goles sobre la hora y cuando eso pasa nada más lindo que estar en la tribuna. El partido de Quilmes este domingo contra Argentinos parece un caso extremo: el referí adicionó 3' y la pelota entró a los 92' 57''. Encima fue de tati Bustos Montoya, que había entrado un ratito antes y tocó una pelota sola. Argentinos tal vez sea el equipo con peor suerte del campeonato y eso es lo que hace que uno piense que aunque lo separen sólo tres puntos de alcanzar a Colón y escaparle a la promoción, su destino ya parece condenado.

Claro que hay equipos que te sacan las ganas de ir a la cancha. Racing es un ejemplo: no importa que golee, da lástima ver cómo se cuelga del travesaño. Lo mismo podría decirse de Banfield, equipo al que menciono sólo porque seguramente vaya a verlo cuando vuelva a la cancha, por una cuestión de contexto y comodidad. Otro caso es Arsenal, aunque tiene todo el culo que le falta a Argentinos. San Lorenzo e Independiente son casos intermedios. El rojo gana y juega bien cada tres partidos, después es un desastre y cualquiera puede ganarle. Por lo menos es de los pocos que salen a buscar los partidos. El ciclón juega tan mal como Racing, pero tiene tipos a los que está bueno verlos jugar sin necesidad de que les apunte una cámara (Lavezzi, cuqui Silvera, Acevedo, a veces Riverito y Adrián González). Ñuls es un caso parecido a San Lorenzo, gracias a los dos paraguayos de arriba y, sobre todo, al ex Temperley Mauro Cejas.

Desde que Lavolpe llegó a Boca y lo independizó de su identidad de juego, Estudiantes (Verón, Pavone) y Vélez (Escudero, Zárate, Castromán, Cubero, etc) son los dos únicos equipos que me gusta en serio cómo juegan. Pero Boca – Vélez fue un gran ejemplo de esos partidos en los que estar en la cancha tiene un valor agregado. Marinita me decía, mientras mirábamos el partido, “esto parece guionado”. A lo que respondí algo así cómo “flor de hijoputa el guionista, podría haber escrito un 4-0 para Boca y listo”. Pero si uno está en la cancha sabe que prefiere, siempre, un 3-2 así antes que el 4-0. Boca arrancó con todo y complicó a Vélez. Hasta Palermo le devolvió una pared a Palacio de rabona y lo dejó mano a mano contra gato Sessa. Pero Boca después perdió la pelota por la presión efectiva que hizo Vélez, ahí se comió un baile que lo desconcertó y le hicieron dos goles de pelota parada. Encima lo echaron a Krupoviesa. Terminó el primer tiempo con Boca listo para el KO y con buena parte de la cancha puteando a Lavolpe (mención especial para el que le gritó “jugá como el coco, la concha de tu madre”).

En el segundo tiempo bigotón se vengó y le salieron todas. Lo puso a Franzoia, que estuvo imparable, y probó con Dátolo en lugar de Cardozo, que tuvo su partido más flojo en primera. Mellizo Schelotto se lo quería comer crudo... Boca llegaba mucho pero Sessa estaba intratable y tenía una de esas tardes en las que parece no haber forma de mandársela a guardar. Pero apareció Gago, que coronó un segundo tiempo brillante con su primer gol en primera. Y Palacio, que no jugó tanto pero las peleó todas (especial llamado de atención para la roja que “le perdonó” Baldassi por su actitud palermesca), la empujó dos veces. Remontadas como ésta dan ganas de ir a la cancha a ver cualquier partido. Pero también me despiertan un deseo egoísta para que este clásico que voy a ver por la tele no sea memorable.

1 Comments:

  • yo me muero de ganas de ir pero no puedo. a mi hermano lo llamaron por telefono y le pagan por ir.

    no es justo.

    saludos

    By Anonymous Anonymous, at 12:13 AM  

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