El Jueves pasado, mientras con Naza Chong mirábamos contentos los festejos de Boca luego de ganar la Recopa ante el San Pablo y Marinita dormía plácidamente en el sillón, dije, en chiste, que había que ir a la bombonera el Domingo contra Godoy Cruz para colgar una bandera que dijera "Lavolpe: Ojo con lo que hacés". ¿A quién se le ocurriría cambiarle el estilo a un equipo que no sólo gana todo lo que juega, sino que además gusta y golea, y que encima se enfrenta al cuadro más modesto del campeonato?
Desde que firmó su contrato por un año, Lavolpe varias veces dio a entender que iba a imprimirle su sello al Boca multi-campeón. Habló del 4-4-2 como su sistema predilecto, elogió a Pablo Ledesma, dejó entrever que iba a prescindir de un enganche para, en cambio, jugar con volantes bien abiertos, etc. Sin embargo, ante la obvia repregunta de los periodistas, enseguida decía que respetaba la forma en que venía jugando el equipo y que, al menos en el comienzo, no había lugar para demasiadas variantes. El "comienzo", sorpresivamente, duró apenas 30 minutos.
Al minuto 31 del partido contra Godoy Cruz, Neri Cardozo, el habitual volante por izquierda que desde que empezó este torneo solía tirarse al medio para asociarse con Marino, pasó a jugar abierto por la derecha. Al mismo tiempo, el mencionado enganche dejó su posición para ocupar la franja izquierda que había quedado libre, mientras que Ledesma, hasta ayer el volante por derecha que le daba una mano a Gago, pasó a jugar definitivamente de "doble 5".
No quiero decir que con Basile Boca hubiera ganado este partido, porque hay algunos factores para tener en cuenta más allá del técnico: el cansador partido contra San Pablo apenas tres días antes, el desgastante viaje ida y vuelta a Brasil, los festejos, en fin, todas cosas que influyen en un equipo. Pero Lavolpe, en 30 minutos, se encargó de desorientar a un equipo que venía jugando de memoria hacía un año. En Paso a Paso (y supongo que también en Fútbol de Primera) se ve claro como Gago, pobre, se acerca al banco y no entiende nada cuando le piden que juege la pelota bien abierta a los costados. Encima que le partieron la cancha poniéndole a Ledesma (y más tarde ¡a Ibarra!) al lado, le piden que la toque larga a los costados, cuando el solía jugarla corta y por el centro.
Desgraciadamente, Lavolpe estaba lejos de terminar con sus mamarrachos. A los 15´del segundo tiempo hizo lo que tanto me temía: lo llamó al mellizo, a quien Basile tan bien había sabido guardar en el banco a pesar de la presión que este le metía tanto en la prensa como por medio de la hinchada, y lo mandó a la cancha por Ledesma. El Lunes Barros Schelotto ya estaba en todos lados diciendo lo ilusionado que estaba. Egoista como es, debe ser el único del plantel contento con este técnico tribunero y con lo que pasó el Domingo. ¿Cuánto falta para que vuelva a decir que a Palacio hay que llevarlo de a poco, y que él está para ser titular?
"Va un partido y ya lo estás matando, dale tiempo", me podrán decir, pero Lavolpe dijo algo después del partido que enseguida me da la pauta de cómo piensa, de cómo quiere que juege Boca, y que me parece inadmisible. No me molesta en lo más mínimo, como si le molesta a Olé que lo remarca en su protada del Lunes, que le haya preguntado a Franzoia si tenía marca para ver si hacía un cambio. El tipo llegó dos días antes, no puede conocerlos a todos. Hasta le puedo perdonar la corbata roja sobre la camisa blanca (por dios, hay que ser ganso, ¿eh?), pero lo que si me molesta, la razón por la que le hago la cruz definitivamente con apenas un partido jugado, son sus declaraciones a Martín Souto en Paso a Paso. Ahí, Lavolpe dijo, palabrás más palabras menos, que los grandes equipos se caracterizan no sólo por ganar, sino por no perder cuando la mano viene complicada, lo cual es bastante lógico. Pero luego agregó "Yo entiendo que la hinchada tira para adelante, pero en los últimos 15 minutos nos descuidamos mucho atrás y lo podríamos haber perdido. Quizás en ese período deberíamos habernos cuidado un poco más."
Hijo de mil putas. Boca pasa de un técnico que gana, gusta y golea, a uno que de gustar y golear ni hablar, y de ganar, bueno, vemos, es importante no perder. ¿Lavolpe pretendía que, 0 a 0 de local contra Godoy Cruz, Boca se metiera atrás los últimos 15 minutos para aguantar el resultado? ¿Está loco este hombre? ¿¡Cómo no lo va a ir a buscar?! ¡Godoy Cruz! ¡De local! No entiendo nada. Lo único que espero es que los jugadores se le amotinen, le digan "Ojo con lo que hacés" y vuelvan a jugar de la manera que lo estaban haciendo.
Perdón por este rapto de furia totalmente parcial, tenía que hacerlo.
Desde que firmó su contrato por un año, Lavolpe varias veces dio a entender que iba a imprimirle su sello al Boca multi-campeón. Habló del 4-4-2 como su sistema predilecto, elogió a Pablo Ledesma, dejó entrever que iba a prescindir de un enganche para, en cambio, jugar con volantes bien abiertos, etc. Sin embargo, ante la obvia repregunta de los periodistas, enseguida decía que respetaba la forma en que venía jugando el equipo y que, al menos en el comienzo, no había lugar para demasiadas variantes. El "comienzo", sorpresivamente, duró apenas 30 minutos.
Al minuto 31 del partido contra Godoy Cruz, Neri Cardozo, el habitual volante por izquierda que desde que empezó este torneo solía tirarse al medio para asociarse con Marino, pasó a jugar abierto por la derecha. Al mismo tiempo, el mencionado enganche dejó su posición para ocupar la franja izquierda que había quedado libre, mientras que Ledesma, hasta ayer el volante por derecha que le daba una mano a Gago, pasó a jugar definitivamente de "doble 5".
No quiero decir que con Basile Boca hubiera ganado este partido, porque hay algunos factores para tener en cuenta más allá del técnico: el cansador partido contra San Pablo apenas tres días antes, el desgastante viaje ida y vuelta a Brasil, los festejos, en fin, todas cosas que influyen en un equipo. Pero Lavolpe, en 30 minutos, se encargó de desorientar a un equipo que venía jugando de memoria hacía un año. En Paso a Paso (y supongo que también en Fútbol de Primera) se ve claro como Gago, pobre, se acerca al banco y no entiende nada cuando le piden que juege la pelota bien abierta a los costados. Encima que le partieron la cancha poniéndole a Ledesma (y más tarde ¡a Ibarra!) al lado, le piden que la toque larga a los costados, cuando el solía jugarla corta y por el centro.
Desgraciadamente, Lavolpe estaba lejos de terminar con sus mamarrachos. A los 15´del segundo tiempo hizo lo que tanto me temía: lo llamó al mellizo, a quien Basile tan bien había sabido guardar en el banco a pesar de la presión que este le metía tanto en la prensa como por medio de la hinchada, y lo mandó a la cancha por Ledesma. El Lunes Barros Schelotto ya estaba en todos lados diciendo lo ilusionado que estaba. Egoista como es, debe ser el único del plantel contento con este técnico tribunero y con lo que pasó el Domingo. ¿Cuánto falta para que vuelva a decir que a Palacio hay que llevarlo de a poco, y que él está para ser titular?
"Va un partido y ya lo estás matando, dale tiempo", me podrán decir, pero Lavolpe dijo algo después del partido que enseguida me da la pauta de cómo piensa, de cómo quiere que juege Boca, y que me parece inadmisible. No me molesta en lo más mínimo, como si le molesta a Olé que lo remarca en su protada del Lunes, que le haya preguntado a Franzoia si tenía marca para ver si hacía un cambio. El tipo llegó dos días antes, no puede conocerlos a todos. Hasta le puedo perdonar la corbata roja sobre la camisa blanca (por dios, hay que ser ganso, ¿eh?), pero lo que si me molesta, la razón por la que le hago la cruz definitivamente con apenas un partido jugado, son sus declaraciones a Martín Souto en Paso a Paso. Ahí, Lavolpe dijo, palabrás más palabras menos, que los grandes equipos se caracterizan no sólo por ganar, sino por no perder cuando la mano viene complicada, lo cual es bastante lógico. Pero luego agregó "Yo entiendo que la hinchada tira para adelante, pero en los últimos 15 minutos nos descuidamos mucho atrás y lo podríamos haber perdido. Quizás en ese período deberíamos habernos cuidado un poco más."
Hijo de mil putas. Boca pasa de un técnico que gana, gusta y golea, a uno que de gustar y golear ni hablar, y de ganar, bueno, vemos, es importante no perder. ¿Lavolpe pretendía que, 0 a 0 de local contra Godoy Cruz, Boca se metiera atrás los últimos 15 minutos para aguantar el resultado? ¿Está loco este hombre? ¿¡Cómo no lo va a ir a buscar?! ¡Godoy Cruz! ¡De local! No entiendo nada. Lo único que espero es que los jugadores se le amotinen, le digan "Ojo con lo que hacés" y vuelvan a jugar de la manera que lo estaban haciendo.
Perdón por este rapto de furia totalmente parcial, tenía que hacerlo.
3 Comments:
yo esperaría un par de partidos, pero basicamente tenes razón...
By hache, at 4:45 PM
Yo espero que boca juegue como quiere Lavolpe, asi seguro no son campeones y River le puede dar una alegría su la gente!!
ehh loco!!
By Anonymous, at 3:24 PM
ummm si venden medio equipo para pagar deudas, va a estar difícil...
By hache, at 4:20 PM
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