1- No debe haber demasiado para decir de Boca – San Lorenzo. Ver tanta diferencia entre dos de mis equipos fue por momentos shockeante. Claro que mientras estén Saja y Ruggieri de ese lado, no hay Pistola Lavezzi o Malingas que hagan que te caiga mejor el equipo. Lo curioso fue cómo los diez primeros minutos San Lorenzo salió a pasar por encima a Boca, que estaba muy mal parado atrás. Después la defensa se afirmó y el único que tuvo algunas dudas fue Bobadilla. Qué peludo. El gol que más me gustó fue el de Neri Cardozo. Gran jugada de Boca, con un San Lorenzo entregado. Para destacar: el pase de Palermo, que lo dejó sólo a Neri, y la diagonal de Palacio, que arrastró la marca y le dejó el hueco a Neri para que defina. La otra joyita fue el gol de Franzoia: Saja sale pésimo y muy lejos. El goleador de la reserva la tira de emboquillada, con una curva altísima. El pobre Botineli mete un pique desesperado y con sol en contra trata de despejar de cabeza y la termina clavando contra un palo. Toda la impotencia cuerva se reflejó más en ese gol que en la expulsión de Méndez. ¿Dije alguna vez que se me cae la baba cuando lo veo jugar a Gago? Pensar que al principio no me gustaba. Que Araujo todavía lo bardee en el amargo Tres en el fondo nos da la razón a los incondicionales del fachero volante central. Lavolpe se debe estar cagando de risa acá a un apr de cuadras en la casa.

2- volvió River. El primer tiempo fue una lágrima, pero el equipo se despertó un ratito y alcanzó con dos zapatazos del pipita Higuaín. No tengo mucho más que agregar. El burro Orteguita jugó su mejor partido desde que volvió a River. Me alegra por Pasarella, que lo bancó a pesar de todo. Igualmente la lógica dice que es quien tiene que salir cuando vuelva el tecla Farías. Veremos. Ah, odio cuando las hinchadas son tan amargas como para ponerse en contra del equipo en la fecha tres. Igual los patovas de River son jodidos como hace mucho no veía en una hinchada.

3- Se cayó Estudiantes. El equipo con la camiseta más linda del fútbol local dominaba cómodo, pero se durmió al final y terminó perdiendo con un Belgrano que está dando más de lo esperado. Embocaron la última, pero tuvieron antes tres claras para hacerlo. Fue una fecha con mucho gol sobre la hora y demasiados expulsados. Pero la polémica más grande fue el expulsado que no fue. Verón pegó un patadón a destiempo y ligó la amarilla. Después amagó a tirar un centro, pero encaró y clavó un golazo de zurda (qué lindo cuando los jugadores hacen goles así, con la pierna que supuestamente tienen para no caerse cuando caminan). Todavía me acuerdo el último gol de Verón en Argentina. Estaba en la cancha y la Bruja metió un chanfle imposible de tiro libre contra Estudiantes. Ese día me puse mal porque pensaba que no iba a volver a ver en vivo a uno de los tipos que más me habían deslumbrado adentro de una cancha. Y eso que en ese equipo estaba Maradona. Pero me fui por las ramas. La brujita fue corriendo a treparse al alambrado. Baldassi después dijo que no lo vio, pero Fútbol de primera captó el instante en que el referí mira cómo se trepa al alambrado. Odio cuando la tele se pone en buchona. Casi tanto como la típica protesta ventajera “lo tenés que echar, eh”.

4- Independiente le ganó al cada vez más alicaído Banfield. El taladro está en el horno, ya ni le puede ganar a los equipos que tiene históricamente de hijos. Vi de reojo el compacto nomás (¿cuándo se van a empezar a jugar más tarde los partidos? ¿no se dan cuenta que a esa hora uno recién se levanta y no puede ir a la cancha? je), pero me alcanzó para decir que no voy a ir nunca más a la cancha cuando dirija milico Giménez. Siempre mete un par de penales y un par de rojas, es insoportable. Pero lo peor es que pifia todo el tiempo y es uno de los más fanáticos de inclinar la cancha. Menos mal que le queda poco al pelado. Independiente volvió a ganar y está cerquita, pero al igual que San Lorenzo, el golpe de Boca fue demasiado duro y vana tener que mostrarse sólidos un par de fechas más como para que cualquiera vuelva a ilusionarse. Ya hay rumores de renuncia del gatito Leeb en Banfield. Es un técnico amargo que jamás va al frente. Los 17' suspendidos con independiente el campeonato pasado fueron lo más vergonzoso que le vi a un equipo en mi vida después de los innumerables River Argentinos arreglados u Oriente Petrolero Boca. Pero no coincido en nada con la lógica del hincha de Banfield que le exige al gato “quédate sin laburo, así por lo menos seguís siendo ídolo”. Idolo las pelotas, yo prefiero tener trabajo. A mí me parece bien que el técnico que mete a un equipo en una copa, sobre todo si es en un equipo sin ambición copera, sea quien la juegue. Pero apuesto a quién sea que el gato no llega ni loco a febrero. Igual el equipo jugó bien sólo en la derrota con el ciclón por la sudamericana.

5- Qué embole Ñuls Racing. Creo que todos los partidos de Racing van a ser bastante aburridos si se sigue metiendo atrás como un equipo chico, cosa que no creo que deje de hacer porque les está funcionando mejor de lo que esperaban. Los paraguayitos de Ñuls volvieron a tener la pólvora mojada, pero mierda que juegan... La verdad que me gustan aunque no conviertan. Siempre te aseguran aunque sea un par de tiros en el travesaño. Otro partido que prometía y fue aburridísimo fue Arsenal Velez. Arsenal estuvo una hora sin acercarse al gato Sessa. Fue muy poco digno lo del equipo de Alfaro, pero no esperaba menos. Igualmente si sigue con los planteos tan mezquinos puede ser la revelación del campeonato. Se cuelgan del travesaño cuando están 11 contra 11, cuando son uno menos y también cuando quedan con uno más como el domingo. Velez es un equipo impotente. Busca pero no encuentra. Castromán y Mauro Zárate no la pueden meter aunque la rompan. Y poroto Cubero está afiladísimo con los desbordes. Por favor que paren los chistes con él sobre Nicole. Este Fantino es un pelotazo relatando. Ya sabemos todos que es el jugador del campeonato, por favor basta.

6- Lanús perdió sobre la hora con Central, en la venganza de Pipo. Me causa sensaciones encontradas lo que pasó con Gorosito en Lanús. Lo puteaban aunque el equipo gane y juegue bien, cosa que es cierto que hizo poco. Fue un trato muy injusto para él, pero después cuando llegó Cabrero y se vio la cantidad de pibes que la rompían y Pipo no les daba el lugar el tiempo le dio un poco la razón a los hinchas granates. Confirmó su carácter de garca por cómo agarró Central, pero vuelvo a lo del gatito: con el laburo no se jode. Central es un equipo muy desparejo, que juega de a ratos, y sumó por primera vez de a tres. Igual no debería quedarse debajo de mitad de tabla en un campeonato con tanto equipo impresentable. El gordo Fabbiani es un jugador que me encanta: le escapa a la forma atlética, usa vinchita, se delinea los ojos, se va todo el tiempo de boca, se hace echar cuando más lo necesitan, juega para él y siempre tiene algún festejo gracioso a mano de los que te hacen decir “este gordo es un plato”. Pero es un jugador tan punk que tiene la peor mala leche que le haya visto a un jugador en este milenio. Es tremendo cómo mete codazos a lo pavote. Igual mientras le importe poco el fútbol y le chupe un huevo perder, no va a haber problemas y me va a seguir cayendo bien.

7- Rapidito que quedó muy largo. Colón no da pie con bola y el huevo Toresani se perfila a cumplir mi pronóstico con los dt. No la reman ni cuando empiezan ganando. Encima tiene un plantel lleno de viejitos que no le rinden. Se les escapan los partidos cuando se quedan con diez (qué delantero con entrega que no me gusta es pepe Sand), pero también cuando quedan con un tipo más como el domingo. Gimnasia también viene de capa caída y no juega a nada. Pero tuvo la suerte de cruzarse con los dos peores equipos del campeonato en las cuatro primeras fechas (Colón y Quilmes, no necesariamente en ese orden). Se le va a complicar de seguir juganod así. Si esta Libertadores fue mala para los argentinos, ni me imagino lo que va a ser la próxima que la jueguen Banfield y Gimnasia... Habrá que prenderle una velita a Boca.